Ciudad de Ávila
Esta ciudad está situada a 1.131 metros sobre el nivel del mar por lo que hay que tener en cuenta que en invierno puede nevar. Se encuentra en un promontorio rocoso en la margen derecha del río Adaja, afluente del Duero.
Está rodeada por varias formaciones montañosas, sierra Paramera, sierra Ojos Albos, sierra de Malagón y la sierra de Ávila.
Poblada por los romanos, que construyeron la primera muralla, posteriormente por los visigodos y los musulmanes a partir del siglo VIII. Fue a partir del siglo XI cuando se repobló la ciudad con el avance de las tropas cristianas, con ciudadanos de origen navarro, franco, aragonés, mozárabe, vasco, cántabro y asturiano
Tiene una población cercana a los 60.000 habitantes. Destaca la figura de Santa Teresa de Jesús, presente en todos los rincones de la ciudad. Desde el año 1980 cuenta con la Escuela Nacional de Policía, también con estación de ferrocarril aunque no dispone de aeropuerto.
Al llegar a la ciudad lo primero que vemos es la inmensa muralla construida entre los siglo XI y XIV que es la mejor conservada de España. Tiene unos muros de tres metros de espesor con una longitud aproximada de 2 kilómetros y medio, en la que podemos apreciar 88 cubos semicirculares unidos por 2.500 almenas que tienen una altura media de 12 metros. Para el acceso a la ciudad cuenta con nueve puertas. Es el monumentos iluminado en su totalidad más grande del mundo.
Cuando realicé este reportaje, en el año 2003, al igual que hoy día se podían visitar las almenas desde donde es posible realizar un sinfín de fotografías panorámicas de la ciudad y sus monumentos.
La muralla
Humilladero de los Cuatro Postes
Este conjunto monumental está situado extramuros, mirador desde donde se puede realizar una vista panorámica de la ciudad. Construido en el siglo XVI, está formado por cuatro columnas dóricas y en el centro, sobre una peana destaca una gran cruz de granito.
Calles y plazas
Para este reportaje me centré exclusivamente en la ciudad antigua, dentro de las murallas, que en el siglo XIX se propuso su demolición para favorecer el desarrollo del casco urbano, hecho que afortunadamente no se llevó a cabo; en el año 1884 se declararon como Monumento Nacional lo que asegura la supervivencia.
Las calles mantienen el trazado típico de las ciudades romanas y medievales, con dos calles principales y plazas en sus extremos, Mercado Chico. Este trazado apenas se ha modificado a lo largo de los siglos. A finales de la Edad Media las murallas contaban con un foso y puentes levadizos que desaparecieron en el siglo XVI. Los numerosos conventos y palacios existentes hoy día se construyeron durante el siglo XVI.
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